Yo no me considero una mujer mayor, de hecho me siento bastante jóven aún. Aunque a decir verdad, cuando yo tenía 20 pensaba que las mujeres de mi edad eran ya al menos "maduritas", si no es que les llamaba despiadadamente viejas.
Dicen que la edad es relativa, esta en el alma... Y creo que es verdad, es cierto que uno envejece cuando se pierde, se descuida, se olvida..
Pero tambien es cierto que los ańos pasan por el físico crueles y sin tregua. Cuando te das cuenta al maquillarte que el parpado ya no esta tan liso... Que las manchas resplandecen gritando que la vida pasa y va dejando huellas en el camino.
Cuando un día al levantarnos empezamos con los "nunca": "Nunca me habían dolido las piernas", "nunca me había dado insomnio", "no sé que me pasó hoy, pero nunca me había sentido tan cansada"
Hay que empezar a untarnos algunas cremas y menjurjes para luchar contra la arruga de la frente, y las bolsas en los ojos, hay que mantener el pelo sin canas y con brillo. Y todo esto, ¡ya no parece suceder naturalmente!. Hay que trabajar cada día un poco más a fondo para verse joven y con luz.
Nos convencemos de que no pasa nada, porque la edad esta en la mente, y entonces creemos que con eso nadie notará los años. Yo, por mi parte, no dejaré de darme toda la ayudadita posible, pero la realidad es que hay que saber envejecer con gracia. Aceptar el paso de la naturaleza sin pelear contra la corriente por dificil que parezca.
Apelar a las virtudes aprendidas y a la belleza que trae la experiencia. A la madurez de la aceptación, y a la inteligencia ganada... Esas serán las mejores armas de la vejez. Las mejores gracias son las que habremos adquirido, no con las que hemos nacido. Los tesoros serán los amigos que hemos acumulado, las aventuras vividas, los recuerdos recolectados, los amores guardados, los besos robados, los perdones regalados...
Aprender que la vida podrá quitarnos ańos pero nos regala sueńos. Y que el secreto esta precisamente en nunca dejar de soñar, de luchar, de movernos.
La búsqueda continua de una nueva meta, un gran proyecto, una ilusión, una nueva creación, es lo que realmente nos mantendrá vivos y con el alma joven.
Habremos logrado aprovechar los años a nuestro favor cuando entendamos y aceptemos que la vida es un tesoro que hemos ido acumulando, y que al fin y al cabo no es lo mismo continuar respirando, que estar ¡realmente vivos!